El cuidado colaborativo
  01/08/2019

El cuidado colaborativo


Existe todavía en nuestra sociedad, la creencia de que las personas que ingresan a sus familiares mayores en un centro de día o residencia, lo hacen porque ya no se quieren hacer cargo de sus familiares y han decidido que se hagan cargo otras persones. Puede haber casos dónde exista dicha situación, pero reducir todos los casos, a una idea tan simplista es no ser capaz de entender la diversidad de situaciones que pueden existir.

Cuando una familia decide institucionalizar a un ser querido viene motivado por muchas y diversas situaciones. Algunas de ellas son: falta de red social, enfermedades físicas o psicológicas, incremento de comportamientos problemáticos como la agresividad, deambulación o incontinencia, una mala relación con el/la cuidador/a principal, problemas de salud y sobrecarga de las persones responsables y/o ausencia de adaptaciones en la vivienda dónde reside el/la familiar cuidado/a, etc…

Es importante entender que para las familias, dicha situación genera muchos sentimientos ambivalentes, dónde la tristeza y la culpa tienen papeles protagonistas.  Una decisión de tal importancia, la mayoría de las veces llega por “fuerza mayor” o porque “uno siente que ha llegado al límite” y es necesario compartir dichos cuidados con instituciones preparadas para ello. Las residencias o centros de día son un complemento para estas familias para poder atravesar la situación que están viviendo, en ningún caso, el centro sustituye a las familias. Como plantea Leturia et al (14), cuando una persona ingresa en un centro residencial no deja de ser miembro de su familia y tampoco olvida o deja atrás su vida anterior.

Para los profesionales del sector, las familias son un pilar fundamental para el bienestar de la persona mayor. Los familiares, aparte de proporcionar cuidados en el día a día de la persona, son una fuente de afecto muy importante y un canalizador que les conecta directamente con su proyecto vital. Por esta razón desde el primer día las familias forman parte del plan de atención y vida de su familiar y se inicia el “cuidado colaborativo”, dónde profesionales y familias son compañeros en el equipo de cuidados de la persona mayor.

Este plan de atención y vida es un proceso abierto, continuo y participativo. Un instrumento dinámico dónde el dialogo entre la persona mayor, la familia y los profesionales es la base de todo. El objetivo es dar continuidad al proyecto de vida de las personas mayores, que debido a su estado de dependencia, requieren que un equipo técnico les apoye dentro de un recurso social determinado. En este plan individualizado, más allá de recoger las dificultades, hay que hacer hincapié en las capacidades preservadas o las que se pueden llegar a desarrollar.

 

 

 

 

Ariadna Navalón

   Psicóloga y terapeuta familiar

        Centro de día Neuro Amunt


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