Es habitual encontrarte con amigos, familiares y comenzar a hablar de cómo te va usando expresiones tales como “voy a tope”, “no
tengo tiempo”, etc. No se puede parar. Junto con esta vorágine de
trabajo, obligaciones, responsabilidades, ... Cada vez más ciudadanos y
ciudadanas asumen el rol de cuidadores, cuidadores de familiares con
dependencia.
Al llevar a cabo la tarea de cuidador, es
habitual igual que en otras labores, automatizar las diferentes
actividades diarias (hacer la higiene personal, ayudar a vestirse,
preparar la comida, acompañar a la cama, etc.) Frecuentemente, detrás
estas automatizaciones encontramos el deseo de cuidar a la persona mayor de forma rápida para encontrar tiempo para hacer la siguiente
tarea. El peligro con el cual nos podemos encontrar, es despersonalizar a
quienes cuidamos y silenciar la voz de esa persona a quien no
pedimos qué necesita o qué quiere, obviando así su voluntad.
El
lema que usa el Consejo Asesor de la Gente mayor del Ayuntamiento de
Barcelona es “buen trato en todo momento”. Defienden hacer visibles los
derechos de la gente mayor y explicar como reivindicarlos. Una buena
forma de practicar este buen trato es empezar poniéndote en el lugar
de la persona que necesita tu ayuda y preguntarte una cosa tan sencilla
cómo “como me gustaría que me cuidaran a mí”. A partir de aquí,
atender a esta persona ayudándola a tomar sus decisiones, empoderándola
elevando su confianza, autoestima y capacidad de análisis de sus propias
necesidades y encontrar las soluciones.
¡Ánimo a todos/as los y las cuidadores/as que quieren asumir el reto! ¡Cada día es una nueva oportunidad!.
Judit Fernández
Trabajadora Social en el Centro de Día Amunt y Avi Amunt