Disfagia
  19/12/2017

Disfagia


La disfagia es aquella situación en la que se produce dificultad para deglutir los alimentos y bebidas, y puede afectar a la salud y la calidad de vida de la persona que la padece.

Se manifiesta con tos, exceso de salivación o dolor al tragar.

La disfagia tiene una gran prevalencia en la población, sobre todo en el envejecimiento, debido a diferentes cambios tales como: la transformación fisiológica y anatómica propia de la edad, por problemas dentarios, reducción de la tensión en la coordinación de los músculos linguales, el envejecimiento neuromusculares, etc.

Se estima que el 15% de las personas mayores de 65 años padece disfagia y la incidencia en centros residenciales se calcula en un 40%. Si no se detecta y se trata correctamente puede conllevar problemas graves de salud, como neumonía y aspiración con elevado riesgo de infecciones, también desnutrición y deshidratación.

El objetivo principal, es que la persona afectada de disfagia continúe teniendo una alimentación equilibrada, variada y satisfactoria y garantizar una nutrición e hidratación adecuada.

 

 Hay una serie de medidas higiénicas y posturales que se pueden adoptar para ayudar a la persona mayor que tiene problemas de deglución en el momento de beber o comer :.

          Preparar alimentos que ayuden a la persona a hacer un bolo alimenticio que sea fácil y seguro de tragar y, además, hacer comidas variados para tener una alimentación lo más completa posible mirando que tenga un aspecto, olor y sabor agradables.

          Adaptar la textura de los alimentos y bebidas mediante espesantes, gelatinas, agua gelificada ... a fin de evitar atragantamientos y broncoaspiraciones de comida, que pueden derivar en infecciones pulmonares.

          Evitar el cansancio de la persona a la hora de comer haciendo peque?s comidas, varias veces al dia. Se recomienda no estar mas de 30 minutos comiendo. .

          Garantizar la ingesta de 2 litros de agua al dia (incluyendo los lacteos y otros liquidos espesados).

          A la hora de comer, la persona debe estar bien despierta, tranquila y sin distracciones.

          La persona mayor debe estar bien sentada, con la espalda recta, si es posible. En caso de estar en cama, intentar incorporarla y vigilar que tenga la cabeza un poco inclinada hacia abajo para facilitar la deglución.

          Colocarse a la altura de sus ojos o justo por debajo de ellos para evitar que levante la cabeza para mirar.

          Utilizar cubiertos para darle la comida. El contacto de una cucharita sobre la lengua estimula el acto de deglutir. No utilizar jeringas o pajitas, es mas facil atragantarse con ellas. Asegurar que se ha tragado la comida.

          Intentar mantener la persona sentada al menos una hora una vez ha terminado de comer. Le sera mas facil hacer la digestión y evitará el retorno de comida.

          Asegurar que la persona tiene una buena higiene bucal para evitar infecciones.


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