Empezó la conferencia con esta impactante frase:
"Tenemos la posibilidad de organizar nuestro futuro y el final de nuestras vidas"
Nuestro día a día consiste en seguir una serie de rutinas por inercia, muchas veces sin pararnos a pensar en que el tiempo pasa igual para todos, aunque nuestra percepción del transcurso sea diferente según la edad que tengamos. Una vez llegamos a la tercera etapa vital, la vejez, pueden aparecer dificultades para realizar las actividades diarias de manera autónoma, ya sea por impedimento físico o por daño cerebral. Por eso un aspecto importante a tener en cuenta en la adultez es "programar" cómo nos gustaría ser cuidados si algún día lo necesitamos.
En el mundo de la sanidad existen unos principio de ética biomédica que los profesionales debemos respetar y cumplir:
- Respeto a la autonomía
- Beneficencia
- No maleficencia
- Justicia
Detrás de éste enfoque biomédico hay un trabajo antropológico que genera críticas. Ésta corriente, entiende a la persona como individuo, no como grupo, y para aplicar los principios se debe tener en cuenta que la persona esta cognitivamente intacta, ya que sino lo está no puede expresar con la misma facilidad y nitidez sus deseos. Otras críticas nacen del enfoque de la ética del cuidado y del campo de la geriatría, psiquiatría y pediatría. Estos enfoques dan a entender que es complicado respetar el principio de autonomía en una persona con demencia, ya que requiere ayuda, refuerzan la idea de tener en cuenta TODO el proceso del cuidado y no solo 1 acto de beneficencia, además de la actitud.
Por eso es necesario que "invirtamos" el orden, en vez de aplicar principios al cuidado, aplicar la experiencia de las personas envueltas en el cuidado a los principios. Pues la realidad ha de contemplar la vulnerabilidad de las personas. Otro aspecto importante es promover el diálogo los unos con los otros y por supuesto con los usuarios e intentar interpretar adecuadamente lo que nos intentan comunicar.
La dignidad es uno de los conceptos claves en la definición del cuidado y del porqué cuidamos. El profesor Gastmans lo define como "proporcionar cuidado en respuesta a la vulnerabilidad de una persona con demencia con el objetivo de mantener, proteger y promover su dignidad tanto como sea posible" (2013). No obstante, introduce la idea de no ver al usuario como el único vulnerable para no caer en una visión paternalista, los profesionales y familiares también lo somos; de esta forma conseguimos tener más en cuenta su dignidad.
Comenta que un mundo sin cuidado es imposible, ya que "si no cuidamos, la vulnerabilidad aumenta tanto que morimos". Por eso es importante y necesario en los profesionales las actitudes de responsabilidad y competenciales, en definitiva la actitud moral. Y vigilar con el reduccionismo, debemos cuidar considerando a la persona holísticamente, porque nunca deja de ser persona.
Os dejamos el link para que podáis acceder a más información del profesor si os interesa:
https://gbiomed.kuleuven.be/english/research/50000687/50000697/pcbmer/00001629