A las seis en punto ya lo tenemos todo listo para iniciar la primera reunión con las familias. Un espacio creado para asesorar y orientar, compartir, aprender los unos de los otros, apoyarnos y acompañarnos ante las incertidumbres y las dificultades de vivir con un ser querido que sufre una enfermedad neurodegenarativa.
La riqueza de las experiencias de todos juntos facilita desbloquear ciertos fantasmas que generan muchos sentimientos contradictorios como la tranquilidad y la rabia, la esperanza y la frustración, el alivio y el sentimiento de culpa.
Todos tenemos dudas, todos hacemos un esfuerzo, día a día, para ofrecer lo mejor al otro pero a veces no podemos llegar y hemos de saber delegar, pedir apoyo y cuidarnos.
Vivimos en una sociedad donde las etiquetas que nos ponemos los unos a los otros nos limitan. A veces, tomar decisiones nos coloca en una posición de incertidumbre y malestar. El espacio terapéutico, donde el respeto y la privacidad son pilares fundamentales, nos puede facilitar compartir y legitimar aquellos pensamientos que como cuidadores principales, no nos permitimos expresar. Del mismo modo todos juntos, podemos aprender de la experiencia del otro, porque tarde o temprano también puede ser nuestra realidad.
El equipo quiere aprovechar esta buena oportunidad para daros las gracias a todos aquellos familiares y cuidadores principales que hacéis posible este espacio de diálogo, apoyo y conocimiento.
“Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”
Arquímedes
Ariadna Navalón
Psicóloga y terapeuta familiar - Centro de día Neuro Amunt