Este año nos propusieron colaborar en el prácticum de estudiantes de auxiliar de enfermería y de enfermería de Hungría, permitiendo una estancia de 3 semanas de prácticas en los centros.
Al principio nos planteamos si sería una experiencia adecuada puesto que el idioma podía representar una barrera importante en el cuidado de las personas. La lengua que iban a emplear para comunicarse con nosotros y con ellos era el inglés, y prácticamente ninguno de nuestros mayores la domina.
Hoy despedíamos a Cristina y a Bence con mucha pena. Han sido dos estudiantes ejemplares y para ellos ha sido todo un reto comunicarse con los demás, un reto que ha sido conseguido por la gran habilidad en la comunicación no verbal y el trato respetuoso hacia los usuarios.
El Erasmus ha sido una experiencia muy gratificante para los usuarios (algunos han expresado su gratitud con el trato brindado), para nosotros y nos atreveríamos a decir que también lo ha sido para ellos. Esperamos que hayáis aprendido y disfrutado mucho; ¡ha sido un placer!.